Paperblog : Los mejores artículos de los blogs

viernes, 5 de diciembre de 2014

Mediohombre, el Almirante Patapalo

Dos guerreros españoles, ambos guipuzcoanos, una del siglo XVII, otro del XVIII, con unas vidas verdaderamente increíbles, que demuestran, una vez más, que la realidad en ocasiones supera a la ficción. Se trata de Catalina de Erauso, más conocida como La Monja Alférez (San Sebastián, Guipúzcoa, hacia 1585 - Cotaxtla, Nueva España, 1650), y Blas de Lezo y Olabarrieta, Mediohombre (Pasajes de San Pedro, Guipúzcoa, 1689 - Cartagena de Indias, Nueva Granada, 1741). Aquí os cuento algunas cosas de la vida de Blas de Lezo, a la Monja Alférez la dejamos para otro día.


Blas de Lezo, Mediohombre o el Almirante Patapalo.

Blas de Lezo es uno de los mayores estrategas de la Armada, y posiblemente el marino más temido en los mares del mundo durante la primera mitad del siglo XVIII, sobre todo por los ingleses, que ya es decir. Un verdadero héroe nacional, que pasó desapercibido para muchas generaciones. Como ya he dicho otras veces al referirme a algún español excepcional, si Lezo hubiese sido norteamericano, inglés o francés, serían incontables las películas que contaran sus hazañas, pero tuvo la 'desgracia' de ser español. Por aquí somos muy desagradecidos, muy desmemoriados, muy acomplejados, o una mezcla de las tres cosas. Aquí va un pequeño resumen de su increíble vida:

Pasajes de San Pedro, al fondo.
Nacido en Pasajes de San Pedro (ese patronímico delata que es un lugar marinero como pocos), el pequeño Blas se forma para marino en Francia. Con 12 años, en 1701 se enrola en Tolón como Guardiamarina con el Marqués de Toulouse para luchar contra la armada angloholandesa en la Guerra de sucesión al trono español. La primera gran batalla en la que participó el joven Lezo fue la de Vélez-Málaga, la más importante de aquella guerra: frente a las costas de esa villa malagueña, en 1704, una bala de cañón se lleva por delante la parte inferior de su pierna izquierda: Patalapo. Tenía 15 años y decían que ni se inmutó.

El valor mostrado hace que sea ascendido a alférez, y se le ofrece un puesto en la Corte, que rechaza: él quería pelear. Ganó numerosas batallas en el Mediterráneo, todas contra los ingleses: en Peñíscola, en Palermo, participa en el primer intento de toma de Barcelona, y en la defensa de Tolón, donde una esquirla de bala le explota el ojo izquierdo: cojo y tuerto. En Rochefort muestra gran valor. Una vez rendidos los ingleses, sólo queda un foco de resistencia proaustriaca, en Barcelona. Lezo participa en el bombardeo y la caída de Barcelona que el 11 de septiembre de 1714 pone fin a la guerra de Sucesión. Pero no le sale gratis: una bala de mosquete le deja inútil del brazo derecho. Cojo, tuerto y manco: Mediohombre.

Sito de Barcelona 11 de septiembre de 1714. El final de la guerra
Participa en la Reconquista de Mallorca en 1715, y tras la guerra, es enviado como capitán a América para defenderla de los ataques de piratas y escuadras francesas e inglesas, principalmente en lo que hoy es Cuba, Perú, Chile y Argentina. En 1730 vuelve al Mediterráneo. Durante 7 años impone su ley en Génova y Orán. En 1737 es enviado de vuelta a América, a la defensa de Cartagena de Indias, el puerto más importante del Imperio en el continente. En 1739 estalla la Guerra de la Oreja de Jenkins: el tal Jenkins era un pirata inglés que fue apresado en las costas de Florida, y el capitán Fandiño le cortó una oreja, se la dio y le dijo:
'Dile a tu Rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve' 
Y eso hizo el pirata. Se presentó ante su rey Jorge II con la oreja en la mano y le dijo esas palabras al Monarca, quien no tuvo más remedio que declarar la Guerra a España: en 1741 se preparó al mando de Edward Vernon una flota de 195 navíos y 32.000 hombres, la más grande que nunca existió hasta la del desembarco de Normandía, que partió de Jamaica y se dirigió a Cartagena de Indias, con la idea de conquistar definitivamente América. En Cartagena, Blas de Lezo contaba con no más de 3.600 hombres y 6 navíos para la defensa. A finales e marzo comenzó la batalla, y tan seguros estaban los ingleses de la victoria que acuñaron medallas con un Lezo arrodillado, rindiendo la plaza a Vernon. Pero no fue así. Tras tres terribles batallas navales y varios intentos de asalto, un mes después los ingleses, humillados, comienzan la retirada. Perdieron 9 barcos en la batalla, más otros 40 que tuvieron que hundir por los destrozos o falta de personal, y murieron cerca de 10.000 ingleses. España perdió sus 6 barcos y 2.000 hombres. Y es que, como se ha dicho alguna vez, 'sin Blas de Lezo, Vargas Llosa hoy hablaría inglés'.

Estatua a Blas de Lezo en Cartagena de Indias
Fue en la retirada de la escuadra inglesa a Jamaica, cuando Edward Vernon lanzó su célebre frase, que aunque les escueza, siguen recordando en Inglaterra:
'God Damn You, Lezo!'. ¡Dios te maldiga, Lezo!
Y es que era la tercera derrota de Vernon ante Lezo, las dos anteriores habían sido en Cuba y Panamá. A Eso, Lezo, por escrito, contestó con otra de sus célebres frases:
'Para venir a Cartagena, es necesario que el Rey de Inglaterra prepare una escuadra mayor, porque ésta sólo ha quedado para conducir carbón de Irlanda a Londres, lo cual les hubiese sido más rentable que emprender una conquista que no pudieron conseguir'.
Pero, quizá, Dios le acabó haciendo caso a Vernon: a los cinco meses del final de la Batalla de Cartagena, y debido a la infección de las heridas producidas en la misma, contrajo la peste, generada por los miles de cadáveres insepultos, principalmente ingleses, que quedaron en Cartagena tras la batalla. Lezo murió el 7 de septiembre de 1741, su cuerpo fue enterrado en una fosa común, pero tras su muerte recibió grandes honores. El más grande, quizá, el tener siempre, desde entonces, un buque con su nombre en la Armada Española. En la actualidad es este, la Fragata Blas de Lezo (F-103), botada en 2003:

Y aquí dejo una última cita atribuida a Lezo, que demuestra el 'cariño' que siempre tuvo por Inglaterra:
'Todo buen español siempre debería mear mirando a Inglaterra'
Enlaces de interés:
Blog dedicado a Blas de Lezo
Artículo de Arturo Pérez Reverte
Artículo del ABC, de noviembre de este año

Libros (algunos, porque hay más):
El héroe del Caribe, de J. Pérez-Foncea
El día que España derrotó a Inglaterra, de Pablo Victoria
Blas de Lezo, el Almirante Patapalo, de Orlando Name Bayona

Estatua a Blas de Lezo recién inaugurada en 2014 en Madrid

5 comentarios:

  1. "el marino más temido en los mares del mundo durante la primera mitad del siglo XVIII, sobre todo por los ingleses": esto es una fantasía. No hay ninguna evidencia documental que nadie supiera quién era. No hay ninguna evidencia de que Jenkins fuera un "pirata". Jenkins nunca se presentó ante Jorge II. "la más grande que nunca existió hasta la del desembarco de Normandía": ha habido flotas mucho más grandes antes y después, incluida la que atacó Orán en 1732, en la que participó Lezo. Las instrucciones de Vernon no eran "conquistar definitivamente América". Los ingleses no "acuñaron monedas". No hubo "tres terribles batallas navales". Decir que "sin Blas de Lezo, Vargas Llosa hoy hablaría inglés" es tan ridículo que no merece comentario. Vernon nunca dijo "God damn you, Lezo" ni nadie en Inglaterra lo recuerda. A Vernon no le había derrotado Lezo ni en Cuba ni en Panamá. Lezo nunca escribió "Para venir a Cartagena..". Lezo nunca dijo ni escribió "Todo buen español siempre debería mear mirando a Inglaterra". Confunde usted novelillas y realidad. En fin, un cúmulo de disparates sin ninguna evidencia documental aceptable.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todo aceptado, ni muchísimo menos pretendía hacer un 'sesudo' estudio sobre Lezo o las batallas en las que participó, mi intención solamente consistió en escribir un 'refrito' de cosas que había leído para acercarme a su vida, y compartirlas con quien leyera esta entrada. Son ciertas algunas cosas que comenta, después he leído que bastantes de las citas que se le atribuyen, o son falsas, o no están documentadas, o incluso algunas realmente las hicieron otras personas. Solo un par de 'peros': las monedas acuñadas por los ingleses tras su supuesta (y falsa) victoria en Cartagena de Indias, que realmente eran medallas, no monedas; y el comentario de las tres batallas navales: lo he podido leer en este enlace (http://www.grandesbatallas.es/batalla%20de%20cartagena%20de%20Indias.html),
      que me ha parecido bastante bueno, aunque puede igualmente ser una fabulación.
      Tembién en este documento de la Armada (http://www.armada.mde.es/ArmadaPortal/ShowBinaryServlet?nodePath=/BEA%20Repository/Desktops/Portal/ArmadaEspannola/Pages/mardigital_revistas/04_cuadernosIH/44_cuaderno44_es/01_capitulo_441_es//archivo), se relata con bastante detalle esa guerra. Por lo demás, como decía, todo aceptado, un saludo y gracias por su comentario.

      Eliminar
  2. Las "medallas" eran producto de la incipiente industria del souvenir. Nada que ver con el Estado, la Corona, el Parlamento o Vernon. Determinados comerciantes producían medallas, porcelanas o grabados conmemorando acontecimientos del momento con la intención de beneficiarse de su popularidad.

    ResponderEliminar
  3. En España nos hace falta más historia, una "disciplina rigurosa", y menos patrioterismo. No le hacemos ningún favor a nadie, y menos a España, exagerando, inventando o fabulando.

    ResponderEliminar
  4. Le recomiendo el libro "Medallic Portraits of Admiral Vernon. Medals Sometimes Lie" de J.W. Adams y F. Chao, Kolbe & Fanning, Ohio, 2010.

    ResponderEliminar