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jueves, 9 de junio de 2016

Ocho razones para ver MERLÍ

*Me pregunto cómo empezar una entrada después de estar unos 2 años sin pisar este blog*
¡¡Hola!! ¿Cómo va la vida por El Bicho? Hoy os traigo una entrada que ya he subido en mi propio blog, pero que he decidido trasladar aquí también. En cuanto Clover me ha preguntado qué estaba escribiendo, me ha parecido una buena idea y aquí estoy. De vuelta. Tras 2 años.
Dejémonos de dramas y empecemos con el repaso de serie, por llamarlo de alguna manera.

Mola el bicho, ¿eh? xD
Hoy vengo a hablaros de una serie muy especial: Merlí. Me enteré de su existencia primero por el anuncio que ponían en la tele (en La Sexta, me parece). Me entró el gusanillo de verla porque tenía pinta de serie española buena (que es lo que ha resultado ser).
Más tarde, en casa de un amigo que tiene una smartTV de esas tan guays, vi que en Atresplayer repetían el capítulo de la semana anterior. No quise verlo porque era ya como el sexto, pero me decidí, por fin, a verla.
He buscado el traíler que vi yo por si no lo habíais visto, que os hicierais una idea de qué va, pero no lo he encontrado, así que os vais a tener que contentar con que os haga una sinopsis.  
(Ni se os ocurra buscar de qué va en Wikipedia. Yo lo hice y me llevé unos spoilers para matarlos. Menos mal que no sabía quién era quién y se me olvidó enseguida). 
 
Merlí (Francesc Orella) es un exprofesor de Filosofía, desempleado, al que han echado de su casa por no pagar el alquiler. Es justo entonces cuando su ex mujer le dice que se marcha a Roma y él se queda a cargo de Bruno (David Solans), su único hijo, de 16 años. 
Los dos se van a vivir a la casa de la madre de Merlí, una actriz de teatro bastante reconocida en Barcelona. Merlí por fin consigue trabajo, y no es ni más ni menos que sustituyendo al profesor de Filosofía de Bruno. Mientras que su hijo no está muy contento de tener a su padre como profesor, sus compañeros están encantados de tener a un profesor tan particular y diferente al resto; les hace pensar, no tiene pelos en la lengua y los ayuda en lo que puede.
Con su ironía, sus principios y sus métodos de enseñanza un tanto particulares se enfrentará a montones de problemas (la mayoría causados por él), pero también ayudará a solucionar conflictos, sobre todo en la clase de Bruno, de la cual es tutor.


Ahora que sabéis un poquito de qué va el tema, os traigo las razones que he mencionado en el título, por si no estáis seguros de verla o no:

1. Aprendes Filosofía: como primera razón es bastante obvia, teniendo en cuenta la trama y tal, pero ¿a qué es genial? Decirme alguna serie en la que pase esto. Y es que eso es lo primero que diferencia a Merlí de las demás; pero no os creáis que se pasa los capítulos enteros explicando quiénes eran Sócrates o Schopenhauer (¡wiii, lo he dicho bien!), para nada. Simplemente se ve cómo explica diferentes filósofos y en menos de cinco minutos ya ha terminado de dar la clase. Nos viene genial a la gente que, como yo, todavía no damos Filo en clase pero ya nos vamos haciendo una idea de quién era quién. Y a los que ya han dado esto, bueno, no os perocupéis, así le pegáis un repaso xD Por cierto, algo muy importante de lo que os acabaréis dando cuenta: cada episodio se titula con el nombre de un filósofo, cuyas reflexiones tienen que ver con lo que ocurre en cada capítulo.  

2. Los personajes: cada uno demuestra ser diferente a los demás, pero sin caer en los estereotipos; y es que esa es otra de las cosas buenas que tiene esta serie. Enseña las razones por las que algunos actúan de una manera y otros de otra, y es algo muy importante a la hora de conocerles más a fondo.  Les entenderéis y al final les acabaréis cogiendo muchísimo cariño (a unos más que otros, pero bueno, eso siempre). Creo que están muy bien construidos, y los actores lo hacen de maravilla. Para conocerles un poco, pinchar AQUÍ. 

 3. Engancha: otra razón bastante obvia. Y es que, entre los personajes, la trama que te mantiene pegado a la pantalla y esa manera de que en 50 minutos muestre justo lo que hay que mostrar, hace de Merlí una serie que se devora en menos de dos semanas (y quién mejor para decíroslo que yo).  Cada tarde, si podía, me veía uno o dos episodios (con días de descanso, claro), y cuando la terminé parecía mentira que hubiera visto tanto. Es que ni con Pulseras Rojas.
  
4. Youtube: me maravilló la facilidad con la que se llega a los capítulos. Yo pensaba verlos en Atresplayer, pero como solo te ponen el último que han echado en la tele y yo no llevaba ni uno me metí en Youtube y, gracias a Dios (y a la gente que tan maravillosamente los sube, ya sea traducidos o con subtítulos) los encontré. Para los que no lo sepáis, la primera temporada (la única de momento) consta de 13 capítulos, todos en Youtube. Y yo, como buena chica que soy, os los he dejado todos aquí debajo para que no los tengáis ni que buscar. En los que ponga subtitulado es porque originalmente la serie es catalana y algunos están traducidos al castellano mientras que otros no. También los tenéis en V.O., en catalán.
Episodio 1: castellano - catalán 
Episodio 2: castellano - catalán
Episodio 3: castellano - catalán
Episodio 4: castellano - catalán
Episodio 5: castellano - catalán 
Episodio 6: castellano - catalán 
Episodio 7: castellano - catalán 
Episodio 8: castellano - catalán 
Episodio 9: subtitulado - catalán 
Episodio 10: subtitulado - catalán 
Episodio 11: subtitulado - catalán 
Episodio 12: subtitulado - catalán 
Episodio 13: subtitulado - catalán   

5. Aprendes catalán: siempre y cuando lo veas subtitulado, claro. Y no es coña. El día que me terminé la 1ª temporada, que vi el 11-12-13, me sorprendí un rato después pensando palabras sueltas en catalán. Hay muchas palabras parecidas al castellano y mola un montón ver que las entiendes sin problema.

6. Da lecciones de vida mientras te hace reír. Por algo es una comedia dramática, ¿no? Os sorprenderán el humor y la personalidad de Merlí, un profe que a todos nos gustaría tener. Lo de enseñar se le da genial, pero el tema social no tanto... A veces se pasa, aunque siempre acaba seduciendo a cualquier mujer que se proponga. Otra parte muy importante de la serie es la relación entre Bruno y Merlí (al margen de las relaciones entres otros alumnos y sus padres), ya que Bruno es una especie de protagonista. Iréis viendo la evolución, los altibajos... Y la importancia tanto de la familia como de los amigos en la vida de todo adolescente, por muchas veces que parezca lo contrario.
 
7. El positivismo que desprende. Si tuviera que describir con una palabra cómo me quedé al terminar el decimotercer capítulo, sería feliz. Os lo juro. Tiene un final que os dejará ya no solo con mil preguntas pendientes sino con una sonrisa de tontos en la boca. Da ganas de salir ahí fuera y disfrutar del día.

8. La banda sonora. Tanto la canción de la intro (una melodía que a todos os sonará) como el resto de música tiene una enorme calidad. Al igual que con Pulseras Rojas (al parecer las series catalanas siempre figuran en mi lista de oro), con Merlí he conocido música catalana buenísima, con muy buen rollo. Y música clásica, aunque creo toda la que sale me sonaba. Aquí os dejo la BSO en Spotify por si queréis echarle un vistazo.
Creo que Protagonistes es mi favorita, cuando veáis la serie lo entenderéis ;)



Por supuesto, el principio de cada capítulo tiene un en capítulos anteriores que resume lo que pasó antes para que así no te pierdas en ningún momento.
Si habéis leído lo de arriba ya habréis visto que la primera temporada ya está entera en Youtube. La segunda he oído que saldrá allá por septiembre (no sé si solo en Cataluña o también en el resto de España, supongo que al principio solo allí), así que el único problema que he encontrado con esta serie es que ¡a ver cómo aguanto hasta la 2ª temporada! Llevo un par de días limpia xD, así que no creo que sufra tanto y acabaré olvidándome de esto.
Me temo que probablemente tenga que volver a ver la 1ª de nuevo antes de la 2ª para refrescar la memoria, aunque no creo que me importe demasiado :)
 *lo acaban de anunciar en La Sexta, vale, adiós, me muero*

Me voy despidiendo. Ha estado guay volver aquí después de tanto tiempo, la verdad.
Espero estar aquí de vuelta pronto, un beso :)

miércoles, 8 de junio de 2016

Mangas Verdes, Calleja y Witiza

Ha llegado el momento de escribir otra entrada dedicada a expresiones y dichos populares en castellano. Hablaremos de un cuentista que se llamaba Calleja, de un Rey como fue Witiza, y de cosas de comer, como huevos, bacalao, queso y miel. ¡Allá vamos!


¡A buenas horas, mangas verdes!

Eso se suele decir cuando alguien llega tarde a algún sitio, o a resolver algún problema, pues, o ya se ha resuelto, o ya no hay solución posible. Un ejemplo: alguien pide ayuda porque está en una escalera ordenando libros y estos están en peligro de caerse. La ayuda llega tarde, cuando ya se han caído.

El origen de esta expresión hay que buscarlo en la Castilla de finales del Siglo XV: en 1488 se creó el cuerpo de Piqueros de la Santa Hermandad para resolver asuntos que tuvieran que ver con la seguridad de la ciudadanía en tiempos de paz. Principalmente la resolución de conflictos entre vecinos, y la persecución de malhechores en ciudades y campos del Reino. Algo parecido a lo que muchos años después, y hasta la actualidad, representa la Guardia Civil. Su uniforme, uno de los primeros del ejército español, consistía en una camisa verde sobre el que se colocaba un coleto de piel y sobre él, un sayo blanco con una gran cruz roja, por cuyas mangas sobresalían las verdes de la camisa:
Piqueros de la Santa Hermandad, con sus mangas verdes
Pero muy a menudo, cuando se necesitaba su presencia, en el tiempo que tardaban en llegar hasta el lugar en el que se les reclamaba, los malhechores ya habían huido. Es por eso que se empezó a decir eso de ¡A buenas horas, mangas verdes! El cuerpo duró tres siglos y medio, a mediados del XIX se disolvió e inmediantamente, y en su lugar, en 1844 se creó el cuerpo de la Guardia Civil.

No he podido resistirme a poneros un chiste de Forges en el que hace uso de esta expresión al referirse a la tardía posibilidad de llegar a algún pacto en la actual (y por lo que parece, bastante corta) legislatura:

No se hizo la miel para la boca del asno

Este proverbio o refrán viene a criticar a quienes, pudiendo elegir lo mejor, prefieren quedarse con lo vulgar, la mayor parte de las veces por falta de aprecio. Es una forma de decir, 'quédate tu con lo cutre y ya me quedo yo con lo bueno, porque al fin y al cabo, no lo vas a apreciar como merece'. Curiosamente, también es de uso bastante común en inglés.


Su uso es bastante similar al de otra expresión que ya salió en otra entrada del blog, 'echar margaritas a los cerdos'. En aquel caso, el origen estaba más definido (la Biblia), en este no está tan claro, pero ya lo citaba Cervantes en el Quijote:, cuando Sancho explica a Teresa, su mujer, lo buena que será su vida cuando sean gobernadores de la Ínsula: 'No es la miel para la boca del asno -respondió Sancho- a su tiempo lo verás, mujer'.

Otra variante que he encontrado para este dicho es esta:

- Tal sabe el asno qué cosa es melcocha. Es arcaizante, ya no sólo por la construcción de la frase, sino sobre todo por el léxico: melcocha es en España una palabra moribunda, de origen aragonés, pero prácticamente desaparecida. En América sí que está muy viva, principalmente en Ecuador, Colombia y Venezuela: es un dulce elaborado a base de pasta de miel o azúcar en forma de barritas retorcidas.
Confitera elaborando melcocha

Tener más cuento que Calleja

Esta expresión castiza es la evolución de otra: 'tener cuento' o 'ser cuentista' es propio de quien cuenta 'cuentos', es decir, quien abusa de los chismes, embustes, exageraciones, fantasías o, directamente, mentiras, normalmente para buscar el propio beneficio. Y tener más cuento que Calleja es ser cuentista en grado superlativo. Y es que mucho cuento hay que tener para superar los que editó en su vida el burgalés Saturnino Calleja.
Saturnino Calleja, el de los cuentos
En 1879, el pedagogo y escritor burgalés afincado en Madrid, se dio cuenta de que una posible solución al atraso y el analfabetismo en España podría ser empezar desde el principio: los niños. Comenzó a editar cuentos, escritos por él mismo o por otros autores, orientados a la lectura infantil, buscando la parte lúdica de la lectura. Accesibles y baratos, consiguieron su objetivo con creces: la Editorial Calleja publicó cerca de 3000 títulos, vendiendo en sus mejores tiempos, más de tres millones de ejemplares en un año, en España, América y Filipinas. En esta página web uno de sus nietos cuelga todo tipo de recuerdos, recortes de prensa, dibujos, fotografías y noticias relacionadas con los cuentos de Calleja, de Saturnino Calleja.
Un cuento de Calleja
Un par de curiosidades: los cuentos de Calleja son el origen de la famosa coletilla final de los cuentos infantiles en España: 'Y fueron felices y comieron perdices'. La otra: hay una calle en Madrid, en La Prospe, dedicada a Saturnino Calleja, entre López de Hoyos y Alfonso XIII: la razón es que durante muchos años,. hasta finales de las 70, en esa calle estuvo la sede de la Editorial Calleja. ¡No habré pasado yo veces por ahí!
Otro cuento de Calleja

Te la han dado con queso

Se suele decir 'Me la han dado con queso' o 'Que no te la den con queso' cuando, o bien han engañado o timado a alguien, o se está advirtiendo de un posible engaño. Es decir, que dar con queso es lo mismo que timar.
El origen de esa expresión hay que buscarlo en La Mancha, en la época medieval. Ya desde entonces tenían fama por calidad, y también por su cantidad, los vinos manchegos. Y también los quesos: el queso manchego es sin duda de los mejores de España. En aquella época ya iban por las bodegas de La Mancha comerciantes y venteros de toda la península a buscar los afamados caldos manchegos.

Una bodega manchega
Los compradores acudían a la bodega para catar los vinos antes de comprarlos. Para dar salida a alguna partida de vino picado, o de baja calidad, los bodegueros ponían en práctica una estrategia, que consistía en servir con la cata algunas porciones de queso fuerte, viejo o en aceite, para así 'camuflar' las carencias del vino con el fuerte olor y sabor del queso. ¡No eran listos, 'ni ná'!

Queso y vino, ¡se quieren!

Incierto se presenta el reinado de Witiza

Cuando no se sabe muy bien qué va a ocurrir en una determinada circunstancia, pero se barrunta que 'nada bueno', se suele decir que 'Incierto se presenta el reinado de Witiza'. Es una expresión muy común en el juego del Mus, cuando en efecto, el que lo dice, no sabe qué va a ocurrir en esa mano (o eso pretende hacer ver a los contrarios, aunque sabe perfectamente que va a ganar él).
En el Tratado de Mus de Mingote se habla de esa expresión
Para explicar el origen de la expresión, hay que hablar un poquito de historia. Concretamente, al fascinante mundo de 'los Reyes Godos', ese interminable listado de nombres impronunciables que hacían estudiar a nuestros padres y abuelos: 'Alarico, Ataúlfo, Sigerico...', esos eran los primeros, '...'Chindasvinto, Recesvinto, Wamba...', uff, ya nos acercamos, '...Égica, Witiza y Rodrigo'. Ahí está. Fue el penúltimo, antes de la caída del reino visigodo en manos de los musulmanes que llegaron a España en 711, cruzando el estrecho y capitaneados por Tarik.
El Rey Witiza
Y fue el penúltimo, precisamente, por lo convulso del reino en esos momentos: la España visigoda, empezó el siglo VIII de una forma muy 'removida'.En 698, Witiza heredó el trono de su padre, Égica, pero 'correinó' con él durante unos años, hasta la muerte de Égica, en 702. El Reino Visigodo en aquellos años era un 'cafarnaún' de nobles, cada uno con su poder territorial y con sus aspiraciones al reinado, a los que Égica intentó dominar por la fuerza, provocando destierros y odios, y sin embargo Witiza intentó contener con la diplomacia. Lo consiguió, pero poco antes de su muerte, en 710, nombró sucesor a su hijo Ágila, que a la muerte de su padre sufrió una revuelta en las provincias del noroeste (Narbonense, Tarraconense), comandada por Don Rodrigo (o Roderico), que desembocó en una guerra civil.

La Batalla de Guadalete
Ágila, fuerte en el sur de la península (provincias Bética, Lusitania y Cartaginense), pidió ayuda a los musulmanes que ya controlaban el Norte de África. Éstos acudieron en su ayuda en 711, en la Batalla de Guadalete murió el propio Don Rodrigo. Pero Tarik cruzó el estrecho de Gibraltar (en árabe, Gebr al Tarik, la montaña de Tarik) para quedarse: en apenas dos años, los musulmanes se hicieron con el control prácticamente total de la antigua Hispania, poniendo fin al Reino Visigodo.


¡Manda huevos!

Esta es una expresión vulgar, llamativa y que suele decirse en voz alta, de ahí esos signos de exclamación. El signifiicado es tan particular que la hace única, lo más parecido sería un '!Qué te parece!', un '¡Pues anda que....! o un '¡Tócate los pies!', y se suele decir cuando se vive una situación absurda, o se escucha alguna exageración o una estupidez. Tiene un punto de grosería y demuestra cierto nivel de enfado.
¡Manda huevos!
El origen es bastante curioso. Procede del latín y ese 'huevos' que parece que hace referencia a los atributos sexuales masculinos (y que ha derivado a que a veces se diga un más bruto 'manda cojones'), realmente hace referencia a la palabra 'opus', que pasó al castellano cono 'uebos', y que, aunque ahora está en desuso, hacía referencia a algo necesario, a una necesidad. El 'manda uebos' por tanto, sería algo así como 'la necesidad manda'. y era una expresión que se utilizó en tiempos en el ámbito judicial para decir que un hecho era tan obvio que no era necesario aportar pruebas. Según parece, la forma correcta de escribir la frase en la actualidad es 'manda huevos', así, tal cual, con H y con V.

Federico Trillo
Probablemente, el '¡Manda huevos!' más famoso de España es el que pronunció Federico Trillo, a finales de los 90, en sus tiempos de Presidente del Congreso de los Diputados. En un pleno que debió ser especialmente cansino, cuando llegó el momento de una votación, y tras recitar el enunciado de la ley que se iba a someter a votación, sin darse cuenta de que tenía abierto el micrófono, el ínclito Federico Trillo pronunció un 'Manda huevos' que se escuchó en todo el Congreso, provocando un momento de chanza y pitorreo. Este era el enunciado de lo que se sometía a votación:
«Rúbrica de la disposición transitoria segunda. Se suprime la referencia a las tarifas de conexión para desarrollar el contenido resultante de la tramitación previa en el Congreso de los Diputados. Por último, también por razones de técnica legislativa, una disposición derogatoria que prevé expresamente la abrogación del Real Decreto Ley del que trajo origen este Decreto Ley»
No era para menos, ¿verdad? Aquí os paso el enlace a un vídeo de ese hilarante momento


El que corta el bacalao

Curiosa esta expresión. El que corta el bacalao en España es 'el que manda de verdad'', el que en un momento, lugar o circunstancia, por jerarquía, experiencia o conocimiento, supone 'la autoridad', aquél (o aquélla) a quien no se le discute una decisión o una acción. Tiene más que ver con una cuestión de influencia o de 'jerarquía social', que de escalafón o de 'poder jerárquico'. Pero es, en definitiva, como también se suele decir, 'el amo del calabozo'.
El que corta el bacalao

He encontrado varias posibles explicaciones sobre el origen de esta expresión.
  • Una dice que procede de los tiempos en que España y Portugal tenían territorios 'de ultramar'. En las plantaciones, los trabajadores, muchas veces esclavos, como ya se comentó por aquí hace un tiempo, en muchas ocasiones recibían como 'rancho' una ración de bacalao seco, pescado entonces barato, sabroso, con mucho alimento y fácil de transportar y almacenar: la 'momia nórdica', como también se dijo en este blog. Y quien cortaba y repartía las raciones era normalmente el capataz o el dueño de la explotación: 'el que corta el bacalao' era la forma que tenían los trabajadores de llamar al amo, 'a quien mandaba'.
 
  • Sin embargo, según cuentan en este enlace, el origen se podría encontrar en las tiendas de ultramarinos, establecimientos 'en peligro de extinción', en los que aún hoy día se vende el bacalao seco, y se corta con un artilugio llamado bacaladera. Hay que tener cierta pericia en el corte del bacalao con ese instrumento, motivo por el cual 'el que corta el bacalao' suele ser el dueño de la tienda, o algún empleado de su absoluta confianza.
Una magnífica bacaladera
  • Por último, en este otro enlace hablan de otro posible origen: en los tiempos de penurias que cada cierto tiempo se han dado en la historia de España, en los que el bacalao fue el remedio del hambre (el 'alimento de los pobres'), era el cabeza de familia quien hacía el reparto del bacalao, al igual que el del pan